Dentro de los trastornos alimentarios existe el Trastorno por Atracón, caracterizado por episodios de atracón en los que no se recurre a la utilización de purgas para compensar el exceso cometido.
El padecimiento de dicho trastorno se puede deber a diversas causas. Stice, Presnell y Splanger (2002) en sus investigaciones encontraron que las personas con trastorno por atracón utilizan la comida como forma de afrontamiento ante el estrés, debido a que la comida les proporciona alivio, confort y distracción ante sus emociones negativas provocadas por sentimientos de depresión e inadecuación al no sentirse apoyadas por su propio ambiente social. Su investigación propone que el Trastorno por Atracón está provocado por el deseo de reducir la tensión, como forma de afrontamiento del estrés.
Autores especialistas en la materia, como Barber, Bolaños-Cacho, López-Jensen y Otrosky (1995), consideran que los trastornos alimentarios son patologías psicológicas. En donde la alimentación deja de ser instintiva para convertirse en una respuesta condicionada por multifactores como son el aspecto social, cultural y psicológico.
Con frecuencia los desordenes de la conducta alimentaria se encuentran vinculados a otros trastornos: crisis de ansiedad, depresión, rasgos de inadaptación personal y ante acontecimientos estresantes de la vida diaria.
Estudios anteriores han sugerido que las emociones negativas, la autoimagen corporal negativa, baja autoestima, rasgos obsesivo-compulsivos, perfeccionismo y pobre conciencia introspectiva pueden estar relacionados con el desarrollo de problemas de peso corporal y con la alimentación
Asimismo rasgos inadaptativos de la personalidad como impulsividad y dificultades para la regulación de estados afectivos negativos pueden desempeñar un papel importante en los desórdenes alimentarios.
Los criterios diagnósticos según el Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos Mentales V (DSM- V) de la American Psychiatric Association del Trastorno por Atracón son:
A. Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos siguiente.
- Ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar en circunstancia parecidas.
- Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de comer o no se puede controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere.
B. Los episodios de atracones se asocian a tres (o más) de los hechos siguientes:
- Comer mucho más rápidamente de lo normal.
- Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
- Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre físicamente.
- Comer solo debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se ingiere.
- Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.
C. Malestar intenso respecto a los atracones.
D. Los atracones se producen, de promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses.
E. El atracón no se asocia a la presencia recurrente de un comportamiento compensatorio inapropiado como en la bulimia nerviosa y no se produce exclusivamente en el curso de la bulimia nerviosa o anorexia nerviosa.
Si crees que puedes cumplir los criterios diagnósticos para el Trastorno por Atracón no te autodiagnostiques, ya que podrías estar incurriendo en un error al no valorar otros posibles diagnósticos pero sí debes acudir a un psicólogo especialista que te valore.
