La adicción por la comida, como cualquier otra adicción, es una pérdida de control del individuo hacia la comida que ya no sólo se convierte en una forma de comer dañina, sino que el individuo que la padece es incapaz de evitar.
Esta patología no sólo se manifiesta por el impulso de comer, sino que también representa el consumo y deseo de alimentos que son dañinos o nocivos para el individuo que los ingiere.
Recientemente, se ha aceptado como trastorno adictivo el problema que tienen algunas personas hacia la comida igual que se considera el alcoholismo y el abuso de drogas. Cualquier individuo que ingiere una sustancia, sin importar el daño potencial que pueda tener esa sustancia de forma descontrolada, viendo su voluntad anulada por dicha sustancia, se considera que padece una adicción.
El problema está en que los adictos a las drogas o al alcohol, pueden dejar de tomar esas sustancias para dejar su adicción, pero el adicto a la comida, debe seguir comiendo de por vida si no quiere morir de inanición, y por lo tanto es un trabajo mucho más complicado.
Hay muchos individuos que padecen alergias alimentarias y hay ciertos compuestos de los alimentos que le producen malestar y síntomas negativos, pero que a veces, son incapaces de eliminar de su dieta, porque tienen adicción a ellos.
Por poner un ejemplo, para un diabético, es perjudicial el consumo de azúcar, pero si es adicto, seguirá deseándola y comiéndola en exceso incluso exponiéndose a sus efectos adversos, porque se ha observado que hay ciertos componentes que actúan como supresores del dolor en algunas personas del mismo modo que lo hacen los narcóticos y las endorfinas de nuestro organismo. Estas sustancias se han pasado a llamar “exorfinas”, siendo muy posible que personas que sufren depresión, baja autoestima o soledad, encuentren alivio cuando ingieren alimentos que poseen esas exorfinas como podrían ser la sal o el chocolate, pero ven disminuido ese rápido bienestar, dando paso a una sensación de enfermedad o culpa conduciéndolos nuevamente a ese estado de depresión.
También hay alimentos especialemtne adictivos debido a los efectos que producen en nuestro organismo. Puedes leer más en nuestro artículo: «Alimetos adictivos. Cuando la comida se convierte en una droga».
¿Cómo saber si padeces algún tipo de adicción a la comida?
Si respondes a una de estas preguntas afirmativamente, o incluso a más de una, sería recomendable que visitases a un especialista en trastornos alimenticios para que te haga una evaluación a fondo, ya que podrías padecer adicción a los alimentos.
¿Piensas constantemente en comida? Es una de las primeras señales a tener en cuenta. Si hagas lo que hagas, no puedes evitar estar pensando en comer, en lo que vas a comer o en lo que has comido, podrías ser un adicto a los alimentos.
¿Cuándo empiezas a comer, te cuesta parar? Si cuando empiezas a comer, no puedes dejar de hacerlo hasta que te duele la tripa y literalmente no te cabe nada más, debes poner manos a la obra para terminar con este hábito. Esto estará haciendo que estés cogiendo muchos kilos y llegarás a desarrollar obesidad mórbida en muy poco tiempo. Aunque te parezca imposible controlarte, puedes hacerlo. Procura servirte las raciones justas y no comas más de lo que te has puesto en el plato.
¿Te escondes para comer? En muchas ocasiones, la ansiedad por la comida, ocasiona mucha vergüenza, haciendo que muchas veces uno se esconda para comer para evitar los comentarios de las personas que conviven con nosotros que perciben que comemos en exceso. Habla de ello con tus familiares y procura buscar ayuda de un profesional.
¿Comes incluso cuando no tienes hambre? Esto es un rasgo muy característico de los adictos a la comida. Comer siempre provoca placer y muchas personas intentan llenar el vacío que sienten por las circunstancias desfavorables que están viviendo con comida. Hay que localizar la causa de nuestra tristeza y tratar de aceptarla o de solucionarla, pero nunca calmarla a base de comida.
¿Te sientes culpable después de haber comido? No importa si has comido mucho o poco, el sentimiento de culpabilidad después de comer, suele ser indicio de un trastorno de la alimentación. No todos los adictos a la comida son personas obesas, también hay adictos a la comida que son delgados. Si después de comer, te sientes culpable de forma habitual, acude a un especialista. No se trata de sentirse culpable después de comerse un buen trozo de tarta, sino de sentirse culpable cada vez que uno come.
¿Cómo se puede curar la adicción por la comida?
Es una de las adicciones más difíciles de curar, pero hay esperanza ya que es posible.
El primer paso para la recuperación es concienciarse y aceptar el problema. Hay personas que sienten adicción sólo por un determinado tipo de alimentos y esas adicciones son más fáciles de quitar que los adictos a la comida en general.
Se debe consultar a un psicólogo experto en trastornos alimentarios para evaluar cuál es la causa del problema y establecer las pautas que nos ayudarán a controlar nuestra alimentación y que no acabe significando un grave problema de salud.
En el Instituto Médico de la Obesidad, contamos con especialistas en esta materia que estarán encantados de ayudarte en caso de que nos quieras consultar. Pídenos información sin compromiso.