El agua embotellada, en grandes cantidades, puede causar daños importantes para nuestra salud.
Un reciente estudio publicado por la revista científica “InFuture” advierte que el daño causado por beber agua embotellada es mayor que sus supuestos beneficios.
Tras un análisis químico realizado a este tipo de agua, los científicos encontraron que el líquido presenta grandes contenidos de desinfectantes para agua, restos de productos farmacéuticos y otros productos químicos que hacen que el agua envasada pueda causar importantes daños en la salud en comparación con el agua del grifo.
Según Chris Winder, profesor de toxicología de la Universidad Católica Australiana, se ha encontrado en los distintos estudios realizado en animales que el Bisfenol-A puede provocar diversos problemas de salud, como trastornos en el sistema reproductivo, en el sistema nerviosos central, en la glándula tiroides, así como conducir a la obesidad, o causar hipertensión o diabetes.
Un estudio anteriormente realizado en EE.UU. reveló que en la orina del 95% de las personas que habían bebido
agua embotellada había restos de Bisfenol-A, incluidos en este estudio estaban niños e incluso personas embarazadas.
Lo que hace que sea tan «peligrosa» respecto al Bisfenol-A es que el agua pasa mucho tiempo dentro de las botellas lo que puede hacer que se transfieran estos componentes perjudiciales al líquido. Además en el almacenaje, a veces están expuestas a altas temperaturas, como el calor del sol, por ejemplo en el transporte, y eso facilita la transmisión de elementos tóxicos del plástico de la botella al agua que contienen.
En Europa, se ha prohibido la venta de productos para bebés realizados con Bisfenol-A en 2010 ya que se había alertado de la toxicidad de este material. Pero muchas veces se usa agua embotellada para preparar los biberones de los bebés, con lo que siguen expuestos a esta sustancia nociva, y para preparar los biberones debería utilizarse de manera exclusiva agua embotellada en cristal para evitar este problema, ya que los bebés son mucho más sensibles al Bisfenol-A que desprenden los plásticos.
Así mismo otro de los inconvenientes añadidos al agua embotellada es su elevado coste, que es cien veces superior al del agua del grifo, además de la contaminación a la que contribuye la fabricación de sus botellas de plástico, que se calcula en alrededor de 1,5 tonelada de plástico al año para fabricarlas.
Hay lugares en los que el agua del grifo tiene peor sabor que en otras zonas, dependiendo de la composición del suelo en que se encuentran los acuíferos, por lo que para algunas personas, es necesario beber agua embotellada. En estos casos, es recomendable alternar el agua embotellada en plástico, con agua embotellada en cristal en el caso de que no nos podamos permitir beber agua embotellada en cristal siempre, que es algo más cara que la otra.
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