Podrías adelgazar sustituyendo el azúcar por Stevia, varios kilos en un año.
Es posible que no tengas en cuenta las cucharaditas de azúcar que le echas al café, que poco a poco, añaden un montón de calorías a tu alimentación diaria. Te sorprendería descubrir los kilos que representan a lo largo del año.
A la hora de adelgazar, todo cuenta. Deberías revisar las calorías que consumes a diario, con objetividad e intentando no auto engañarte, ya que es fundamental ser sincero con uno mismo para poder saber la situación real a la que queremos poner remedio.
Hay pequeños sacrificios que pueden darte muchas satisfacciones, como por ejemplo, sustituir el azúcar del café o las infusiones por cualquiera de los edulcorantes artificiales con los que obtendrás sorprendentes resultados.
¿Sabías que con las cucharaditas de azúcar que agregas al café, a los yogures o zumos podrías estar convirtiendo algo totalmente inofensivo en una bomba de unas 200 calorías por cada 100 gramos?
Si le añades dos cucharaditas al café, té o infusión, representan unos diez gramos de azúcar que son unas 40 calorías. Si tomas al menos dos cafés al día, al cabo de un año, esas calorías de más representan unos cuatro kilos de grasa.
¿Has probado el edulcorante Stevia?
Es un edulcorante relativamente nuevo en España, que ya se usaba desde hace muchos años en Iberoamérica. Es de origen totalmente natural y se extrae de la planta
con el mismo nombre. Está disponible tanto en polvo, en forma de comprimidos y líquido.
Tiene un sabor parecido al regaliz negro, que algunas personas necesitan tiempo para acostumbrarse, pero es cuestión de valorar… quizá puedas tomarte un café al día con azúcar y disfrutarlo, y el resto, tomarlos con edulcorante.
Te sorprenderías de lo que un cambio tan pequeño, podría beneficiarte en todo un año.
Otra opción, sería utilizar sacarina, o cualquier otro edulcorante que te guste más.
Cambiarse a los refrescos light, también representa un gran cambio para algunas personas, ya que una lata de refresco normal, contiene muchísima más azúcar de la que añades al café, y si tomas al menos un refresco diario, a la larga notarías muchísimo la diferencia.
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