Existe un ligero desconocimiento a cerca de dónde van los kilos de grasa que perdemos. La creencia general es que la grasa se convierte en músculo o en energía. Sin embargo, un estudio reciente muestra que la mayoría de la grasa se expulsa en forma de dióxido de carbono (CO2) a través de los pulmones.
Nutricionistas, médicos y entrenadores personales están de acuerdo en que existen varias fases metabólicas intermedias en el proceso de quema de grasas. Esto provoca que exista cierto desconocimiento en cuanto adónde va esa grasa.
Sin embargo, se ha visto que los pulmones y el aparato respiratorio son muy importantes en el proceso, porque la mayoría de esta masa se expulsa al exterior en forma de dióxido de carbono. Científicos han calculado que para perder 10 kilos de grasa habría que inhalar unos 29 kilos de oxígeno (O2), lo que supondría que nuestros pulmones exhalaran 28 kilos de CO2 y 11 kilos de agua a través de orina, heces, sudor, lágrimas y otros fluidos.
Por tanto, parece que el truco para perder peso no es ningún secreto, la clave estaría en el ejercicio físico. Como sabemos, con la actividamuscular la tasa metabólica aumenta, al igual que aumenta el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en las células. Caminar multiplica por tres nuestra tasa metabólica en reposo, y otros ejercicios aeróbicos como la bicicleta o correr aumentarían está tasa metabólica 10-12 veces más.
La conclusión de los investigadores es que en torno al 85% de la grase se exhala en forma de CO2, por lo que los pulmones serían el órgano principal de excreción en el proceso de pérdida de peso.
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