Madrid, 23 de marzo. Llevamos ya bastantes días retenidos en casa. Donde la exposición a la comida es constante. Múltiples paseos a la cocina. El proceso se repite constantemente. Abrir la nevera, “pillar” algo, ir al salón o dormitorio y al rato volver a empezar.
Los primeros días todo relativamente genial, puedo controlar la situación con la alimentación. Estoy entretenido, tengo varias distracciones gracias a las redes sociales. El problema comienza cuando pierdo la rutina por completo, me despierto a deshora, no sé si comer o desayunar, merendar o directamente hacer ayuno intermitente.
El caos aflora. Hemos visto tanta información estos días acerca de sanidad, deporte, actividades y alimentación que uno ya tiene demasiada sobre-información.

Pese a todo esto, tranquilidad. Vamos a retomar el control y a focalizarnos en las cositas importantes. Para poder llevar una correcta y adecuada alimentación para estos días no hay que dar importancia plena a la elección de alimentos. Si, has leído bien. Lo primordial para estos días y poder llevar una correcta alimentación, es una adecuada salud mental.
Con salud mental no me refiero a que estemos locos. Sino a poder tener paz y control personal. Si estamos bien anímicamente podremos elegir (de forma más llevadera) alimentos sanos y saludables.
 
 
Una correcta salud mental nos llevará a tener mucha menos ansiedad estos días que estamos encerrados en casa y por consiguiente no “pagarlo” con la alimentación.
 
Pero claro, ¿cómo conseguimos una buena salud mental?
En primer lugar establecer una rutina de horarios diaria. No levantarnos muy tarde, realizar actividades mentales o hobbies como pintar, leer, coser, cocinar, limpiar la casa por habitaciones (una habitación al día).
Realizar ejercicios tanto de estiramientos como de deporte. Por ejemplo, realizar yoga,  pilates, un poco de cardio. Así, evitaremos que se nos atrofien los músculos y los tendremos activos en estos días tan sedentarios.
Escuchar a nuestro cuerpo, come a demanda. Es decir, come realmente cuando tengas hambre. Diferencia si tienes un hambre real o bien emocional (por estar aburrido). Este punto es fundamental. Ahora, nuestro gasto calórico es mucho menor al habitual. Por tanto, nuestro cuerpo no necesita tanta comida como antes. Por ello debemos escucharnos. Si nos despertamos y no tenemos hambre podemos posponer la ingesta y comer cosas más ligeras como fruta, infusión o queso fresco.
Incorpora verduras en todos tus platos. Juega a comer por colores. Viste de alegría tus comidas. Es un buen momento para proponerte hacer nuevas recetas y variar tu alimentación.

Por último, y lo más importante. La actitud y mentalidad positiva para estos días. Hay dos formas de tomarse las cosas en esta vida, bien o mal. Si elegimos el camino negativo se nos va hacer cuesta arriba estos días. Debemos recordar que somos fuertes, que podemos con todo. Con todo esto vamos a apreciar muchísimo más las pequeñas cosas y disfrutar de la vida cotidiana más que nunca.
Desde IMEO os deseamos mucha energía positiva, ánimo y fuerza para todos estos momentos tan difíciles para todos.  Recuerda, que no te quiten la sonrisa estos días. Juntos podremos superarlo todo 🙂
 

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