Desde finales del mes de enero 2017, en Francia se prohíbe la barra de refrescos gratis ilimitados con los menús, es decir, las promociones que ofrecen algunas cadenas de comida rápida en las que se puede rellenar el vaso de refresco tantas veces como se quiera, por el hecho de estar comiendo un menú en el establecimiento. Esta es otras de las medidas puestas en marcha para intentar reducir el índice de sobrepeso y obesidad.
Dicha prohibición se aplica a cualquier formato de refresco en lugares abiertos al público, siendo las más afectadas las cadenas de comida rápida, donde este tipo de ofertas han destacado durante los dos últimos años. La prohibición afecta a prácticamente cualquier bebida que contenga azúcar, bebidas deportivas o energéticas, concentrados de zumo de frutas…
El índice de obesidad en Francia es elevado, el 56’8% de los hombres de 30 años, sufren sobrepeso y obesidad, porcentaje que se sitúa en el 40’9% en el caso de las mujeres, estas cifras demuestran que el exceso de azúcar en la dieta es un problema grave de salud pública, por lo que las autoridades francesas comentan que pondrán en marcha todas las medidas posibles que contribuyan a reducir el consumo de productos azucarados. Este tipo de promociones ha adquirido gran relevancia entre los más jóvenes, poder beber tantas veces como se quiera un refresco por el hecho de comer en el establecimiento, les atrae, pero supone un riesgo de abuso de la ingesta de azúcar o edulcorantes. Con la prohibición se acaba este tipo de ofertas.
El programa nacional de nutrición del país galo tiene como objetivo reducir el consumo de este tipo de bebidas en un 25%, en este programa se ensalza el valor del agua como una de las mejores bebidas hidratantes para calmar la sed y se promueve especialmente su consumo.
Francia se quiere convertir en un ejemplo para el mundo en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad, desde hace varios años se han ido tomando diferentes medidas para ello, como por ejemplo la prohibición de máquinas expendedoras de refrescos ý otros alimentos azucarados como la bollería, en las escuelas, pudiendo comercializar únicamente fruta y agua, se ha prohibido la salsa de tomate en los menús escolares por su alto contenido en azúcar, se limitó el consumo de patatas fritas o patatas chips a una vez por semana, se introdujo el impuesto de refrescos, etc.
(Fuente: gastronomiaycia)