Dibujo1La alimentación y la nutrición son necesidades vitales para el ser humano, por lo que alimentarse correctamente es esencial para el mantenimiento de todas las funciones metabólicas y fisiológicas de nuestro organismo.
En los últimos años, se ha puesto de manifiesto mediante numerosos estudios la importancia que un buen estado nutricional tiene como sinónimo del mantenimiento de la salud y para la prevención de la enfermedad o bien para reducir el riesgo de enfermar. Surge por lo tanto un nuevo concepto en nutrición, que da lugar a la aparición de nuevas disciplinas de especial interés, orientadas al estudio de productos naturales con potencial actividad preventiva o terapéutica. Se trata de la ciencia y el arte de diseñar alimentos y dietas adaptadas a las particularidades fisiológicas de ciertos individuos y poblaciones específicas con determinadas características y riesgos particulares.
En el surgir de esta ciencia y de otras disciplinas nos encontramos con distintos productos, a saber, los llamados alimentos nutracéuticos, los complementos alimenticios y los Alimentos Funcionales.

En este sentido, la alta prevalencia de enfermedades crónicas (obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer, etc.), en las últimas décadas, ha hecho que los servicios sanitarios a nivel mundial busquen alternativas de tratamiento para poder frenar y controlar dichas enfermedades. Los malos hábitos alimentarios son un factor de riesgo importante en la aparición de estas patologías. Es por tanto de vital importancia el mejor aprovechamiento de los componentes alimentarios de los alimentos, para el tratamiento y prevención de diversas patologías.Dibujo5
Por esta razón, el desarrollo de estos productos puede constituir una estrategia sanitaria, lo que representaría una alternativa factible en la prevención de ciertas patologías, al mismo tiempo que sirvan para reducir la sintomatología y paliar los efectos negativos de su instauración en el organismo. Aunque queda mucho trabajo por hacer, cada día se ve aumentado el número de estudios con evidencia científica suficiente sobre los efectos y propiedades de los llamados nutracéuticos, de manera que quede avalada su recomendación en determinadas situaciones.
 
¿Qué son y para qué sirven los nutracéuticos?
Los nutracéuticos son productos generados en procesos biotecnológicos, a partir de nutrientes y/o sustancias bioactivas y están presentes de forma natural en determinados alimentos, tras su aislamiento y purificación. Dichos productos se preparan en presentaciones farmacéuticas (cápsulas, comprimidos, sobres para disolver, etc.), que contienen concentraciones de dichas sustancias bioactivas en mucha mayor cantidad que la que tendrían en una o varias raciones normales del alimento del que proceden.Dibujo7
Dibujo2De esta manera, se obtienen las dosis efectivas para alcanzar los efectos beneficiosos esperados. Tienen por tanto un uso terapéutico, de ahí que su nombre provenga de la conjunción de la palabra «nutriente», porque su composición consta de nutrientes presentes de forma natural en los alimentos y «farmacéutico», por la forma en que se dispensan, así como por su acción terapéutica.
Sin embargo, no hay que olvidar que los nutracéuticos se diferencian de los medicamentos en que estos últimos no tienen un origen biológico natural; y se diferencian de los extractos e infusiones de hierbas y similares, por la concentración de sus componentes y en que estos últimos no tienen por qué tener una acción terapéutica.
 
Principios básicos y cualidades de los Nutracéuticos

En los años setenta se produce un desarrollo tecnológico encaminado a la producción, elaboración, conservación, mejora de nuevos alimentos, centrándose los esfuerzos en los llamados Alimentos Funcionales y en los nutracéuticos. Este desarrollo tecnológico, junto con el avance de la ciencia de la nutrición, ha permitido el conocimiento de nuevas sustancias, todas ellas componentes naturales de los alimentos, tanto de origen vegetal como de origen animal.Dibujo4

Estas sustancias fueron demostrando, a través de diversos estudios, su capacidad para ejercer determinados efectos metabólicos y fisiológicos, los cuales redundaban en una mejora de la salud de los individuos. Los primeros estudios en este sentido se empiezan a llevar a cabo en Japón, donde muchos de los alimentos, con los compuestos bioactivos estudiados, formaban parte de la dieta habitual de la población japonesa.
Dibujo9Una vez observados los efectos, que sobre la salud del consumidor tenía la ingesta continuada y habitual de determinados alimentos, se inicia un esfuerzo por aislar y purificar los compuestos responsables de dichos efectos. Posteriormente, se elaboraban concentrados de las sustancias que aportaban estos beneficios a la salud, presentándolo al consumidor en formato “farmacéutico”. La atención se centró entonces en las sustancias de las que se había probado su efectividad, por su acción en enfermedades crónicas, tales como las alteraciones cardiovasculares, el estreñimiento, la anemia, la osteoporosis, el cáncer, entre otras muchas. De este modo, los preparados que contenían altas concentraciones de estas sustancias activas, obtenidas a partir de alimentos, y que por tanto aumentaban el valor nutricional con el poder terapéutico, comenzaron a denominarse nutracéuticos.
Desde entonces, se vienen desarrollando, y cada vez con mayor asiduidad, una gran variedad de productos nutracéuticos, que contienen distintos macro y micronutrientes, en cuya elaboración se emplean procesos biotecnológDibujo3icos específicos, escogiendo siempre aquellos que preserven las características biológicas óptimas de dichas sustancias, tal y como se encuentran de forma natural en los alimentos que las contienen. Pero además de estos nutrientes, se han podido detectar otros tipos de compuestos que se encuentran igualmente en materias primas y alimentos de origen vegetal y animal, los cuales han demostrado ejercer acciones positivas sobre la salud.
Los nutracéuticos comienzan entonces a utilizarse, cada vez con mayor frecuencia, como auténticos fármacos. La única característica que los diferencia de estos últimos, como ya se ha indicado, es el hecho de que las sustancias activas que contienen son naturales, proceden de alimentos, tal y como se encuentran en éstos, y no se trata de sustancias obtenidas por síntesis química en el laboratorio.Dibujo10
 

Salud y nutracéuticos

Hoy en día, la relación entre dieta y salud está universalmente aceptada, y los consumidores son cada vez más conscientes de eDibujo8llo al tener que tomar decisiones en la compra de los diversos alimentos, complementos alimenticios, etc. Los distintos efectos sobre la salud y los beneficios terapéuticos, descritos en relación con los productos nutracéuticos, son múltiples y continúan creciendo, destacando algunos por su gran auge comercial. Se trata especialmente de aquellos encaminados a curar o prevenir patologías de gran prevalencia entre la población, y que además suscitan un interés en la misma, ya que constituyen aspectos del cuidado de la salud personal, sobre los cuales existe cada vez una mayor concienciación e incluso preocupación de una gran parte de la población. Es el caso, por ejemplo, de ingerir algún producto de este tipo contra la hipercolesterolemia, o de la importancia de tomar suficientes antioxidantes para paliar los procesos de envejecimiento, entre otros. Dibujo6

 

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