Las operaciones quirúrgicas excesivamente baratas de las Clínicas LowCost, deberían hacernos desconfiar, ya que en lo que acaban recortando en la seguridad médica de los pacientes.

Debido a que en España disfrutamos de un sistema público de salud de una calidad excelente, no somos conscientes del coste real que tienen los tratamientos médicos y a veces cuando vemos los precios

de las intervenciones médicas que ofrecen clínicas privadas, nos sorprende su precio tan elevado.

Ese precio elevado, es debido al gran coste que tienen en realidad. Por un lado, el cirujano que realiza la operación y todo su equipo médico y por el otro lado, las instalaciones hospitalarias y el material médico como prótesis que se utilizan para la intervención.

Cuando se intenta abaratar costes, se recorta de cosas que en condiciones normales, si todo va bien, pueden ser menos necesarias, pero que en caso de haber complicaciones resultan letales para el paciente.

Cuando se recurre a cirujanos con poca formación, que sepan reaccionar ante los posibles contratiempos o complicaciones que se produzcan en el transcurso de una cirugía, puede suponer que el paciente quede con secuelas en el mejor de los casos, cuando no que se termine con la vida del paciente. Debe estar presente un equipo médico completo en todo momento que cuente con el cirujano, anestesista y enfermera instrumentista. Todos ellos deben contar con la experiencia necesaria para que en todo momento el paciente tenga las garantías suficientes de que va a contar con el mejor tratamiento en caso de surgir complicaciones.

Un ejemplo de esto que os estamos contando, sería la cantidad de denuncias que existen en la actualidad por las intervenciones que realiza un cirujano de las Clínicas Dorsia de Valencia que incluso hay pacientes que dicen que olía a alcohol cuando le vieron en el hospital.

Otros recortes que se hacen a veces, es en el material quirúrgico que se emplea, que pueden ser prótesis de baja calidad, material médico que acaba fallando con el paso del tiempo, y los resultados finales de la operación, no sean los deseados. Esto conlleva que a veces los pacientes tengan problema con las prótesis, que puede ser desde el rechazo o la rotura de las mismas que dio lugar a que se viera que en las ya desaparecidas clínicas de Corporación Dermoestética cobrasen por unas prótesis de alta calidad y luego ponían otras peores que se acababan rompiendo. Aquí puedes ver un artículo referente a este tema: https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20070321/corporacion-dermoestetica-imputada-por-un-presunto-delito-de-estafa-5434886

En último lugar, estaría el recorte en las instalaciones médicas. Si el tratamiento no lleva incluido el quirófano completo y la UCI para la recuperación después, o para las posibles complicaciones que se puedan producir, estamos corriendo un riesgo muy grande.

En condiciones normales, las cirugías no suelen tener problemas, y no es cuestión de que se les tenga miedo, pero la cuestión es que en muchísimos de los casos en que se ha producido la muerte del paciente, si se hubiese contado con los medios apropiados para tratar ese tipo de emergencias, esa muerte no se hubiera producido.

Este es el caso de una  paciente que desgraciadamente falleció en Agosto de este año 2019. Lina, de 23 años, se había sometido a un aumento de pecho a través de una sucursal de las Clínicas Dorsia de Valencia. La operación parece que se realizó sin complicaciones, pero mientras que la paciente estaba en reanimación sufrió una parada cardiorrespiratoria. En principio esa situación no tiene por qué acabar con la muerte del paciente, porque tras las operaciones, los pacientes pasan a observación, y en caso de tener una parada cardiorrespiratoria, se les hace la reanimación correspondiente nada más producirse la parada, pero como parece ser que no se tenía contratada la UCI y tampoco se le estaba haciendo el seguimiento de las constantes como se debe hacer, cuando se dieron cuenta de que estaba en parada y la consiguieron reanimar, ya estaba con el 70% del cerebro totalmente dañado y aunque se consiguió que el corazón volviera a latir, ya estaba considerada en muerte cerebral.

Es un hecho muy desgraciado y una muerte que posiblemente se podía haber evitado si se hubiesen puesto los  medios adecuados que deben estar disponibles en todas las operaciones quirúrgicas, porque hay cosas que no siempre son necesarias, pero en caso de haber complicaciones son imprescindibles.

Es por ello que a veces, cuando un paciente se plantea someterse a una intervención quirúrgica de algún tipo, debe desconfiar de los tratamientos que son excesivamente baratos, o que comparando precios con otros sitios están muy por debajo de los costes de los demás, porque si se está recortando tanto… ¿en qué es en lo que se está recortando?. La respuesta es en la calidad de los materiales y la seguridad del paciente.

 
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