Hoy en día se sobrevalora la apariencia física. La delgadez es el bien supremo y mucha gente se esclaviza a sí misma para estar dentro de los cánones de belleza que esta sociedad dicta. Todos, aunque llegado un momento hayamos aprendido a aceptarnos como somos e intentar querernos como tal, sabemos lo que significa intentar estar dentro de ese círculo. A veces, hay personas que en ese intento desesperado de cumplir los estándares cae en problemas alimentarios como la bulimia o la anorexia, que crecen de forma alarmante, sobre todo en los adolescentes.
Algunas personas afortunadas, no necesitan esfuerzos para ser “gente guapa”, pero otras personas lo consiguen a base de muchos sacrificios. Quizá por eso, se discrimina a las personas que tienen obesidad, porque la gente piensa que son así porque quieren, porque no se sacrifican como el resto para estar delgado, y se descarga sobre ellos toda la frustración por no conseguir nuestros objetivos o por el trabajo que nos cuesta mantenernos dentro de un peso razonable.
La personas que padecen obesidad sufren constantemente la humillación del resto de la sociedad, simplemente, porque tienen algo con lo que la gente puede meterse, algo que es muy evidente. Desde pequeños sufren el acoso, y que otros niños descarguen sus propias frustraciones contra ellos por lo que sobreviven como pueden en el infierno de su obesidad.
La persona obesa, sufre una enfermedad que muchas veces es la consecuencia de otras enfermedades. Hay gente que ve al obeso como alguien carente de voluntad y compromiso, que si ha llegado a acumular tanto sobrepeso es porque no tiene capacidad de autocontrol y come sin parar. Que está así porque quiere, cuando la mayoría de las veces es la consecuencia de otras enfermedades o desordenes psicológicos.
Son discriminados sistemáticamente. No solo en las miradas furtivas y no tan furtivas que reciben mientras que caminan por la calle, sino en todo tipo de situaciones. Sufren discriminación a la hora de encontrar trabajo, simplemente por su apariencia física que lleva connotaciones en el subconsciente de los entrevistadores que directamente hace que se les rechace sólo por la apariencia. Además, a la hora de encontrar pareja también tienen muchos problemas, ya que no cumplen con los cánones establecidos.
Una persona con obesidad mórbida, tiene grandes dificultades para realizar actividades de ocio también. Para él es complicado viajar en avión, tren o autobús, ya que no suele haber asientos adaptados para este tipo de personas, e incluso en algunas compañías se ven obligados a pagar dos billetes. En el cine o el teatro, tienen los mismos problemas.
Otro punto importante, es encontrar ropa. Es muy complicado encontrar talla para ellos, y no pueden vestirse con la ropa con la que les gustaría, no sólo porque algunas cosas no les quedan bien, sino porque no encuentran la ropa que les gusta en su talla, y tienen que conformarse con ponerse lo que les cabe. Afortunadamente en este sentido, están proliferando líneas de ropa en muchas tiendas de moda de tallas XXL.
La persona obesa, lo es, no por dejadez o falta de voluntad, muchas veces responde a desarreglos hormonales mal diagnosticados o problemas psicológicos que han llevado a la persona a una situación muy difícil de resolver sólo con dieta y ejercicio. La gente se cree que con dejar de comer bollos se soluciona el asunto, pero desgraciadamente, muchos hace muchísimo tiempo que no pueden disfrutar de este tipo de comidas, y siguen siendo obesos cuando ya prácticamente no comen nada y sufriendo dolores derivados de su sobrepeso.
Somos presos de nosotros mismos, en esta sociedad que te marca cómo debes vestir, cuánto debes pesar… y aunque a veces, uno trate de ser uno mismo y pase un poco de lo que marcan los cánones, hay gente a la que se sale de esas pautas, y tiene problemas.
Las personas obesas, son discriminadas sistemáticamente desde que son pequeños.
Los obesos tienen problemas de salud que pueden acarrearles serios problemas y no solo físicos, sino psicológicos.
Hay un alto porcentaje de personas obesas, el 36% de las mujeres, el 31% de los hombres y el 33% de los niños.
Los niños obesos, o simplemente con algún problema de sobrepeso, son prácticamente siempre el blanco de las burlas y discriminación por parte de los otros niños, que además todos sabemos la crueldad que se tiene a edades tan tempranas en que aún no se ha aprendido a ser más tolerante y a la repercusión que pueden tener en los otros nuestras palabras.
Aprende a mirarles con otros ojos, y no los prejuzgues sin saber su situación real.
Si te encuentras en este infierno, ten presente que hay salida. Es posible que tengas problemas metabólicos que si se solucionan, conseguirás volver a un peso normal. Acude a un centro especializado en sobrepeso ya que normalmente en la Seguridad Social, no suelen dar muchas soluciones, y te ayudarán a solucionar tu problema de obesidad.
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