La cena es una de las comidas más importantes cuando queremos perder peso. Si incluimos alimentos proteicos en la cena, se puede perder peso de forma muy fácil y sin esfuerzo.

La cena es la comida más difícil de hacer correctamente cuando queremos perder peso, porque, muchas veces, después de haber estado privándonos de cosas que nos apetece comer durante el día, llegamos a casa cansados del ajetreo diario, y al final lo que nos apetece es asaltar la nevera y comer cosas fáciles de preparar, que no nos suponga mucho esfuerzo y acabamos cenando bocadillos, pizza, embutidos, fritos…. Etc… y eso es muchas veces lo que nos acaba haciendo que acumulemos peso poco a poco.

Durante la noche prácticamente no se hace gasto calórico, y si tomamos alimentos ricos en calorías e hidratos de carbono, lo que el cuerpo no gaste, será acumulado en forma de grasa para cuando haga falta. El problema es que por nuestro estilo de vida, si no hacemos deporte… pocas veces nuestro cuerpo se encuentra en déficit de energía como para quemar esas grasas acumuladas, y poco a poco, vamos subiendo de peso a lo largo del tiempo.


 

Las proteínas, aportan prácticamente la misma cantidad de calorías que los hidratos de Carbono. Cada gramo puro de proteínas y de hidratos de carbono aportan unas 4kcal, p4ero el cuerpo, para digerir y metabolizar ambos alimentos, invierte más energía en digerir las proteínas que los hidratos de carbono que se absorben de forma muy rápida.


Cuando consumimos alimentos ricos en proteínas, el cuerpo necesita gastar energía para poder absorberlas
de las reservas de glucosa que posee, y una vez agotadas estas reservas de glucosa, comienza a recurrir a los ácidos grasos de la grasa de reserva para su digestión.

Cuando el aporte de hidratos de carbono y de grasas en las comidas se reduce, el cuerpo gasta la glucosa que está en la sangre circulante y después comienza a utilizar los ácidos grasos del tejido adiposo… es decir, quema grasa para absorber las proteínas.

Es por ello, que cuando nuestra cena es rica en proteínas, nuestro metabolismo se acelera, haciendo que se movilicen las reservas de grasa y de azúcares para obtener energía y poderlas digerir, procesar y absorber.

Si en vez de una cena rica en proteínas, tomamos una cena rica en hidratos de carbono, éstos se procesarían casi de inmediato, siendo absorbidos y si no consumimos la energía procedente de los mismos en pocas horas, serán almacenados en forma de grasa, contribuyendo a generarnos un sobrepeso a lo largo del tiempo.

Beneficios de tomar proteínas en las cenas:

Aumenta el metabolismo basal ya que el gasto calórico es mayor

Reparación de los tejidos y músculos con la posibilidad de que se produzca un aumento de la masa muscular.

Mejora los niveles hormonales ya que los aminoácidos presentes en las proteínas son imprescindibles para que nuestro cuerpo fabrique las hormonas.

Por todo ello, muchas dietas prohíben tomar hidratos de carbono a partir de las seis de la tarde, y dejan su consumo únicamente para primeras horas de la mañana, o el almuerzo, pero nunca en las meriendas o las cenas, adaptando de esta forma la alimentación al gasto calórico que vamos teniendo a lo largo del día.

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