Según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington (EE.UU.), la flora intestinal es fundamental en el aumento de peso. Las bacterias intestinales de algunas personas, podrían ayudar a adelgazar a otras. Los científicos vislumbran la posibilidad de trasladar la flora bacteriana de una persona delgada a otra obesa para lograr que baje de peso.
La investigación se llevó a cabo en ratones libres de gérmenes que recibieron las bacterias del intestino de seres humanos obesos y éstos engordaron más que otros ratones de iguales características a los que se les implantó flora bacteriana de humanos delgados y sus conclusiones y resultados se han publicado en la revista Science.
Los autores del estudio, detectaron que las Bacteroidetas fueron capaces de entrar en las entrañas de los animales obesos, acomodándose en nicho no ocupados y activando cambios en el metabolismo, mientras que ninguna de las bacterias de los obesos, pudo invadir a los delgados para hacerles acumular grasa.
Esta investigación demuestra que la transmisión de los rasgos físicos y metabólicos a través de las comunidades de microbios en el intestino depende de la dieta de los roedores. Los científicos consideran que puede representar un paso importante hacia el desarrollo de nuevas terapias y probióticos a base de alimentos personalizados para el tratamiento o prevención de la obesidad.
Estudios anteriores han mostrado que la variedad de genes microbianos en el intestino puede influir en la obesidad y que los alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras, tienden a aumentar esa diversidad bacteriana. Sin embargo, esta nueva investigación demuestra directamente que las comunidades microbianas en el intestino pueden transmitir rasgos de delgadez o sobrepeso, además de señalar a jugadores específicos involucrados, junto con sus roles y cómo estas funciones están ligadas a los alimentos que consumimos.
Esta vez tomaron muestras de los microbios que vivían en las entrañas de hermanos gemelos e idénticos humanos. En cada par de gemelos, uno de los hermanos era delgado, mientras que el otro era obeso. Luego, los investigadores trasplantaron microbiota intestinal de los gemelos en las entrañas de los ratones libres de gérmenes que habían sido criados en condiciones estériles, sin ningún tipo de microbios propios. «Consumiendo una dieta estándar para ratón, los roedores destinatarios de la microbiota de gemelos obesos ganaron más grasa que los destinatarios de la de los los gemelos delgados«, explica Jeffrey Gordon, director del Centro de Ciencias del Genoma y Biología de Sistemas en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington y coautor del informe. Este trasplante de microbios del intestino de los seres humanos a ratones dio lugar a cambios metabólicos en los roedores que se asocian con la obesidad en los seres humanos. Por lo tanto, los investigadores llevaron a cabo lo que Gordon llama «la batalla de la microbiota», que involucró a los ratones que recibieron los microbios de un gemelo delgado con los que obtuvieron los microbios de un gemelo obeso.