Es cierto que el sobrepeso y la obesidad son un problema grave de salud al que se están teniendo que enfrentar un elevadísimo número de países.
Por si estas dos patologías y todas las que derivan directa o indirectamente de ellas no fueran suficiente motivo para impulsar medidas que lleven a la disminución de su incidencia, también preocupa el hecho de que cada vez son más los niños y adolescentes afectados por estas enfermedades. En concreto, según la OMS, el número de niños y adolescentes obesos se multiplicó por diez en la última década.
Child with overweight,  Tight shirt.
Por todo ello, llaman tanto la atención las nuevas normas que el presidente de los Estados Unidos ha impulsado y que permitirán a las escuelas servir a los alumnos más hamburguesas, pizzas, patatas fritas y alimentos ultraprocesados y menos fruta, verdura y alimentos frescos.
Esto no sólo va a favorecer un aumento de las cifras de sobrepeso y obesidad debido al excesivo aporte de calorías vacías que estos productos nos aportan, sino que habrá más casos de otras patologías derivadas como la hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, la hipertensión arterial o la diabetes a edades cada vez más tempranas.
Al igual que los adultos, los niños y adolescentes necesitan comer frutas, verduras y hortalizas y basar sus comidas en alimentos frescos o mínimamente procesados debido a diversos motivos:
En primer lugar, son ricas en agua, por lo que contribuyen a la correcta hidratación.
También son una fuente importante de gran variedad de vitaminas (C, A y del grupo B) y minerales (calcio, potasio, magnesio, hierro, zinc…). Todos ellos son esenciales en la etapa de crecimiento puesto que intervienen en el desarrollo neuronal y del sistema inmune, mejoran la visión, contribuyen a que alcancen una óptima mineralización ósea y/o son potentes antioxidantes.
Por otro lado, son ricas en fibra soluble e insoluble. La primera actúa como prebiótico de la flora intestinal mejorándola y reduciendo la probabilidad de padecer trastornos digestivos como la flatulencia y la otra, reduce el tiempo de tránsito intestinal evitando el estreñimiento.
Panorama of fresh vegetables and fruits on blurred background of green leaves.
Por todo lo anterior, es evidente que al revés de lo que se va a llevar a cabo en el país americano, conviene tomar medidas que hagan que niños o adolescentes consuman a diario y en cantidad suficiente frutas, verduras y hortalizas.
Para ello, lo primero es disponer de gran variedad de las mismas en casa y que formen parte de todas las comidas. Si cuando tenemos hambre y vamos a la cocina lo primero que encontramos es un gran frutero repleto de naranjas, manzanas, peras, mandarinas o cualquier otra fruta de temporada, las posibilidades de que tomemos de estas en lugar de cualquier otro snack menos saludable, aumentan.
Es importante que no forcemos a los niños y adolescentes a que coman sin querer. A cambio, deberemos presentar estos alimentos de manera fácil y atractiva. Por ejemplo, fruta ya cortada, pelada y mezclada dando lugar a una suculenta macedonia para desayunar o verduras especiadas y asadas en rodajas muy finitas como snack a media tarde.
Otra manera de acercar este grupo de población a los vegetales es dejándoles que participen a la hora de elaborar los menús semanales, hacer la compra y preparar las comidas. De esta manera, toda la familia podrá proponer diferentes maneras de cocinar o preparar los alimentos para que los sabores les sean más agradables.
También hay que ser conscientes de que los adultos que conviven con los niños y adolescentes son su mayor ejemplo, por lo que es importante que éstos también consuman vegetales y frutas delante de ellos para que les vean disfrutando con ellas y les acabe entrando curiosidad y ganas de probarlas.
Little grandchild girl helps her granny to cook salad at kitchen

Loading