Las mujeres que sufren sobrepeso, tienen menos posibilidades que las demás a la hora de encontrar trabajo. No nos hace falta ningún estudio científico para convencernos de que esto es así, pero se ha publicado uno recientemente en la revista International Journal of Obesity.
El estudio ha sido realizado por investigadores de las Universidades de Manchester (Reino Unido) y Monash (Australia) con unos participantes que no sabían cuál era el objetivo del estudio, a los que se les ofrecieron una serie de currículums para revisarlos en los que se incluían fotos de las candidatas y que debieron de clasificar por su aptitud, sueldo inicial y potencial liderazgo.
Los resultados indicaron que existía una clara discriminación en función del aspecto físico. Se usaron fotos de mujeres antes y después de someterse a una cirugía bariátrica (para combatir la obesidad), y las clasificaciones fueron totalmente distintas en función de si el currículum tenía una foto de una mujer obesa o de esa misma mujer con un peso dentro de lo que se considera normal, según explica Kerry O’Brien que es uno de los autores del estudio.
Otra cosa que constataron es que las personas más autoritarias y con mejor percepción de su propio aspecto físico, eran las que más discriminaban a las personas con sobrepeso. «Cuanto más alto puntuasen los participantes su propio atractivo físico y la importancia del aspecto físico, mayores eran el prejuicio y la discriminación», señaló O’Brien. «Una interpretación posible de este hallazgo es que tenemos mejor opinión de nuestro propio cuerpo si nos comparamos con personas gruesas y las discriminamos, pero esta afirmación hay que comprobarla experimentalmente».
Los autores del estudio destacan la importancia de hacer frente a este tipo de prejuicios que hacen que ciertos sectores de la población se sitúen en clara desventaja frente a los demás.
El prejuicio más claro con el que se enfrentan los obesos, es que se les atribuye un comportamiento perezoso, con bajo autocontrol y glotón. Se achaca su sobrepeso a su propia voluntad, diciendo aquello de “están así porque ellos quieren”
La persona obesa, lo es, no por dejadez o falta de voluntad, muchas veces responde a desarreglos hormonales mal diagnosticados o problemas psicológicos que han llevado a la persona a una situación muy difícil de resolver sólo con dieta y ejercicio. La gente se cree que con dejar de comer bollos se soluciona el asunto, pero desgraciadamente, muchos hace muchísimo tiempo que no pueden disfrutar de este tipo de comidas, y siguen siendo obesos cuando ya prácticamente no comen nada y sufriendo dolores derivados de su sobrepeso.
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