leche de vaca hipoalergénicaLa leche de vaca que aunque modificada, se usa normalmente para sustituir a la leche materna en caso de que la lactancia no sea posible, produce cada vez más alergias alimentarias a los bebés. Actualmente el 3% de los bebés puede padecer esta alergia en sus primeros años de vida. Por ello la industria láctea llevaba varios años buscando una solución. Incluso se ha sustituido por la leche de otros mamíferos como es el caso de la cabra, pero parece que han dado con la solución al problema. Han conseguido modificar genéticamente una vaca para que su leche  tenga un bajo contenido en beta-lactoglobulina (BLG), proteína responsable de las alergias a esta leche.
Esta vaca, se llama “Daisy” y es el fruto del trabajo de unos investigadores del “Instituto AgResearch” de Nueva Zelanda, que logró reducir la actividad de algunos cientos de genes del animal sin que se eliminaran por completo siendo una técnica que una vez probada con éxito, como en este caso, se podría emplear para controlar otras características del ganado.
Una ventaja añadida, es que la leche de esta vaca, es rica en caseínas, otra proteína que tiene la leche de vaca, y que la hace mucho más nutritiva que las leches comunes.
Aún se está analizando la leche de “Daisy” para confirmar sus propiedades hipoalergénicas, y después de que se la someta a los controles habituales de seguridad alimentaria, podrá ser comercializada para el consumo humano.
Bruce White, profesor de biotecnología de la Universidad de Edimburgo, cree que el procedimiento para modificar genéticamente a animales de granja podría emplearse también para mejorar la defensa de los mismos frente a las infecciones.
Los investigadores modificaron la estructura genética de Daisy. Introdujeron dos microARN, unas moléculas que, como explica el profesor de genética de la Universitat de València, Manuel Pérez-Alonso, tienen la facultad de inhibir la expresión de un gen, en este caso, del responsable de la producción de la proteína BLG. Como resultado de ello, la leche de Daisy, una vez analizada, “no registró niveles detectables de la proteína BLG”, según los autores del trabajo.
La leche vacuna puede causar alergias hasta en el 3% de los niños
Hasta ahora, la industria láctea ha reducido el potencial alérgico de la leche mediante procesos químicos que, según señala este estudio, «son más caros» y «pueden dejar en la leche un sabor amargo». También existen otras técnicas de manipulación de genes, llamada recombinación homóloga, que elimina la proteína BLG, en vez de reducirla como hace esta nueva técnica. Los investigadores indican que «este sistema no está dando buenos resultados».
La vaca (aún es una ternera) es demasiado joven como para ser ordeñada, por lo que fue estimulada artificialmente con hormonas para obtener las pequeñas muestras de leche que fueron estudiadas. “Ahora queremos criar y alimentar al animal para, en un tiempo, con lactancia natural, volver a practicar análisis”, indican los investigadores. Otra de las cuestiones pendientes de evaluar con mayor profundidad consiste en determinar por qué Daisy nació sin cola, una malformación muy rara en estos animales.
El trabajo ha cosechado críticas de grupos contrarios a la manipulación genética y ecologistas. Steffan Browning, diputado del Partido Verde neozelandés, considera que la investigación pone en peligro la gran reputación que tiene su país como productor de alimentos ecológicos, que generan 828 millones de dólares anuales (640 millones de euros), principalmente gracias a sus exportaciones. A estas objeciones  se unen las de GE Free New Zealand, organización que alerta de que el experimento elimina una proteína necesaria para el desarrollo de la vaca.
Además, existe otro debate relacionado con la explotación industrial de esta tecnología. “Una cosa es el interés científico y otra su posible aplicación”, indica Javier Cañón, catedrático de Genética de la facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense. “No parece una técnica económicamente asumible por los sistemas de producción animal actuales”.
No obstante, aunque este proyecto en concreto al final no pueda desarrollarse, sienta las bases para poder hacerlo en un futuro no muy lejano, y que el tema de las alergias a la proteína de la leche de vaca tengan una alternativa mejor a la que hay ahora, que es no darle ningún tipo de lácteos a los bebés alérgicos.

Abrir chat
Hola 👋 Soy Alba
¿Te puedo ayudar?