Grasa o azúcar, ¿qué es más perjudicial?. A veces no tenemos claro qué es peor a la hora de llevar una alimentación saludable.

Las grasas siempre han estado demonizadas y se las ha considerado algo de lo que tenemos que huir para conseguir llevar una alimentación sana, pero recientes investigaciones sobre las mismas, están revalorizando sus propiedades nutricionales llevando a pensar que lo que realmente tenemos que eliminar de nuestra dieta son los azúcares.
Vamos a analizar qué tipos de grasas existen, cuáles debemos evitar y por qué el azúcar es tan perjudicial.
Una vez que nos proponemos llevar una dieta saludable, lo primero que hacemos es reducir el consumo de grasas, porque dicho consumo puede producir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no todas las grasas son iguales, y algunas se consideran más saludables y necesarias que otras. Existen grasas saturadas (las malas) y grasas no saturadas (las buenas).
El colesterol malo o lipoproteínas de alta densidad (HDL), tiende a formar depósitos en las arterias causando taponamientos y falta de elasticidad en la pared arterial, lo cual puede ser muy peligroso, y por otro lado, el colesterol bueno o lipoproteínas de baja densidad (LDL) lo que hace es fluidificar la sangre y evitar que se formen esos depósitos grasos tan perjudiciales, es decir, el colesterol bueno, destruye el colesterol malo.
Por lo tanto, es muy beneficioso consumir alimentos que nos aporten grasas no saturadas.
Entre las grasas no saturadas, se encuentran las monoinsaturadas que se encuentran en los frutos secos, las semillas, los aguacates y en algunos aceites como el de oliva, girasol. Las grasas poliinsaturadas, también son grasas no saturadas y se encuentran en alimentos como el maíz, semillas de algodón, semillas de lino, en las legumbres y en la soja, también en las margarinas y en el marisco.

Las grasas saturadas, suelen ser las que son sólidas a temperatura ambiente como las que se encuentran en la carne de los animales y en los lácteos como la mantequilla, el queso y la nata. Se las asocia con un aumento del colesterol malo y en consecuencia con enfermedades cardiovasculares.
Investigaciones recientes, han comenzado a replantearse el valor de grasas de origen animal. En un artículo recientemente publicado en la revista British Medical Journal (BMJ), el cardiólogo Aseem Malhotra, uno de los más prestigiosos del Reino Unido y especialista en el Hospital Universitario de Croydon de Londres, concluye que las grasas saturadas presentes en la mantequilla, el queso y la carne roja no son tan perjudiciales para el corazón como se pensaba hasta ahora. Según este cardiólogo, el consumo de productos bajos en grasa, ha incrementado de forma paradójica, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, principalmente, porque los productos sin grasa, tienen menos sabor, y al elaborarlos, la industria les añade todo tipo de saborizantes entre los que se incluyen azúcares que hace que sean mucho más perjudiciales que los que sí contienen grasa.


Es por esto que el azúcar ha pasado a ser el enemigo público número uno, ya que se encuentra presente en multitud de alimentos y salsas haciendo que su consumo haya aumentado de forma muy alarmante en la  población. En las etiquetas, de la composición de los alimentos elaborados, puede aparecer bajo multitud de nombres, entre los que están:
Sacarosa (sucrose)
Glucosa (glucose)
Néctar de agave (aguamiel o, en inglés, agave nectar).
Dextrosa (dextrose)
Jugo de caña evaporado (evaporated cane juice)
Lactosa (lactose)
Sirope, jarabe o miel de malta (malt syrup)
Melaza (molasses)
Sirope o jarabe de arroz integral (brown rice syrup).
Si de antemano supieses que estos nombres, se refieren a azúcar, posiblemente al verlo en un producto que vas a comprar, lo pensarías dos veces, y quizá no lo comprases… si contiene más de cuatro gramos (4%)… no lo compres!.
Las grasas trans, también integran el grupo de las grasas no saturadas, pero no son saludables como las mono o las poliinsaturadas. Ello se debe a que estas grasas aumentan el riesgo a desarrollar problemas de corazón. Se encuentran en los aceites hidrogenados y los parcialmente hidrogenados que contienen productos elaborados con esos aceites como son las galletas, pasteles, rosquillas y comidas fritas en general.
Muchos especialistas se están uniendo a esta nueva sugerencia de que las grasas no son tan malas, y que lo verdaderamente perjudicial son los azúcares “ocultos” que contienen muchos productos, que al tomarlos en exceso, muchas veces, sin que lo sepamos, el cuerpo los almacena en forma de grasa. No obstante, las grasas, siempre hay que consumirlas con moderación y siempre procurando que sean grasas monoinsaturadas.
Es muy importante aprender a leer las etiquetas de los productos manufacturados que compramos de manera habitual en el supermercado, ya que es posible que por ahí, estemos consumiendo alimentos perjudiciales, sin saberlo.

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