Hay personas que la sola idea de ponerse a dieta, les produce ansiedad por comer más, pero ¿qué podemos hacer para luchar contra ella?
¿Cuantas veces, nos hemos propuesto ponernos a dieta, y comenzamos el día súper bien, comiendo lo que debemos, sin pasarnos en nada, y llega la tarde noche, y estamos con ganas de plantar una silla enfrente de la nevera y comer sin parar?, en esos momentos, resistirse a la tentación es muy difícil y es que no tenemos hambre físico… sino psicológico.
Esa es la clave, no es hambre real, es un hambre provocada por nuestra mente.
Muchas veces, el estrés que hemos padecido a lo largo del día, hace que los niveles de serotonina bajen a última hora de la tarde y esto suele generar muchas ganas de comer alimentos dulces, como si nuestro cuerpo necesitase azúcar, pero en realidad sólo es ansiedad, por lo tanto, es muy importante no caer en la tentación.
Permitirnos algún premio de vez en cuando. A veces, el prohibirnos un alimento, sólo hace que lo deseemos con más ganas, por lo tanto, según para qué personas, es preferible que se permitan tomar un poco de ese alimento de vez en cuando, a que acaben dándose un atracón de eso que tanto les apetece, cada dos por tres y que eso les acabe llevando a abandonar la dieta. Por lo tanto, podemos permitirnos una onza de chocolate por la noche, en vez de acabar con una tableta un día que no aguantemos más.
No vivas el hacer dieta como un castigo. Toma conciencia de que vas a dejar de tomar unos alimentos durante una temporada porque TÚ quieres, porque quieres conseguir una meta que tú mism@ te has marcado.
Puedes picotear de vez en cuando, pero procura no tomar alimentos con mucha grasa o ricos en calorías cuando lo hagas. Esto te ayudará a quitar el hambre real… y te será más fácil resistir a la tentación.
Puedes utilizar suplementos naturales que ayudan a controlar el apetito como por ejemplo el alga espirulina que a parte aporta otros nutrientes que te vendrán bien si estás haciendo dieta.
Si finalmente, no lo puedes resistir y te vas a dar un atracón… quizá puedas usar un bloqueador de grasas para que al menos, las consecuencias no sean tan malas. Puedes utilizar Chitosán que al menos hará que tu cuerpo asimile menos calorías de lo que te comas.
Masticar ayuda. A veces masticar funciona, con lo que puedes probar a comer chicle sin azúcar para ver si así consigues que el hambre desaparezca. Recuerda que no es hambre real, es sólo ansiedad.
Bebe un gran vaso de agua. Muchas veces, cuando sentimos la sensación de hambre, en realidad lo que tenemos es sed. Puedes intentar beberte un gran vaso de agua, que te ayudará a “llenar” el estómago y es posible que tu sensación de hambre voraz desaparezca.
También hay una serie de alimentos que puedes tomar para reducir la ansiedad.
Los arándanos. Son una potente fuente de antioxidantes, y entre estos se encuentra la vitamina C, que es fundamental para los estados de ansiedad ya que para reparar y proteger las células son muy necesarias.
Espárragos. La ansiedad, muchas veces se ha relacionado con bajos niveles de ácido fólico (vitamina B9) en el organismo, por lo que tomar espárragos, que además aportan mucha fibra nos ayudará a sentirnos saciados y reducir la ansiedad por la comida, ya que son muy ricos en folatos.
Espinacas. Tienen altos contenidos de magnesio que también ayuda a regular el cortisol y produce sensación de bienestar.
Aguacates. Son muy ricos en vitaminas del grupo B, que son fundamentales para un correcto funcionamiento del sistema nervioso y en especial de las neuronas que podrían desencadenar sensaciones de ansiedad en caso de no poder funcionar correctamente por algún déficit de este grupo de vitaminas.
Naranjas. La vitamina C que contiene es muy buena para reducir la presión arterial y la hormona del estrés llamada Cortisol que es una de las responsables de la aparición de la ansiedad. Puedes tomarte un zumo de naranja recién exprimido para combatir los momentos de ansiedad, o mejor aún, tomarte una naranja entera que además te aportará fibra y tendrá un efecto saciante mayor.
Leche. El típico vaso de leche caliente que nos daba nuestra madre a la hora de irnos a dormir, es un remedio muy saludable para conseguir relajarnos y conciliar el sueño. Eso es debido a que tiene mucha vitamina B1 y B12, así como proteínas que también nos ayudan a calmar el hambre y mucho calcio. Ojo, leche caliente, no es café… el café por el contrario, puede hacer que tengamos más ansiedad.
Pavo. Contiene un aminoácido llamado Triptófano que aumenta los niveles de serotonina que nos ayuda a relajarnos y dormir mejor, por ello, ayuda mucho a controlar la ansiedad.
Avena. También ayuda a que el nivel de serotonina aumente, por lo que puedes añadirla a tus yogures o batidos de la merienda para que te ayude a bajar el nivel de ansiedad de las primeras horas de la noche.
Almendras. También son ricas en vitaminas B2 y E que ayudan a reforzar el sistema inmune y además forman una película en el estómago que hace que nos sintamos saciados muy pronto. Con un puñado de almendras al día es suficiente.
Salmón. Contiene muchos ácidos grasos Omega 3 que te ayudarán a tener regulados los niveles de cortisol.
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