13901667 - woman with salad isolated on whiteLa tasa de abandono de las dietas es muy alta. Hacer dieta, nunca es tarea fácil, y mantenerse firme y continuar con el plan de adelgazamiento hasta el final, vamos a ver una serie de trucos para no abandonar la dieta.
No se trata de obsesionarse con el peso, pero si tras una temporada en la que se ha estado comiendo demasiado, se han ganado unos pocos kilos, es mejor quitárselos ya que cuesta menos perder dos o tres kilos que ir acumulándolos año tras año, unos pocos en navidades, otros pocos en las vacaciones de verano… y cuando nos queremos dar cuenta, con el paso de los años, ya nos sobran 15 o más que después es más difícil quitarse.

Por ello, los nutricionistas recomiendan intentar hacerlo cuando aún necesitamos perder poco peso, así será más fácil y nos mantendremos en un peso saludable a lo largo de los años.

Debido a que la tasa de abandono de las dietas que se realizan en Enero, es tan grande, vamos a facilitaros una serie de “trucos” para perder el peso que nos sobra de cara a la operación bikini sin tirar la toalla antes de tiempo.


 

Se realista en tus objetivos. Antes de nada, tienes que tener en cuenta tus características personales y tu morfología para no tener pretensiones imposibles o que te cuesten la salud. También nuestras características antropomórficas pueden impedirnos alcanzar una talla de pantalón X porque tenemos una estructura ósea que difícilmente nos lo permitiría. Por eso, antes que nada, hay que plantearse una meta realista antes de ponernos a dieta.

shutterstock_171320177No te guíes solo por la báscula. A veces, cuando se hace ejercicio, al incrementar la masa muscular podemos pesar algo más en la báscula, pero tener menos volumen. Esto es así porque un kilo de grasa abulta mucho más que un kilo de músculo, por lo que podemos bajar de talla aunque pesemos lo mismo o incluso más si hemos incrementado nuestra masa muscular. Por ello, es aconsejable llevar un calendario de mediciones en distintos puntos como son, pecho, cintura y cadera y medirnos una vez a la semana, para ir viendo la progresión en el tiempo.

Procura que tu dieta sea equilibrada y no demasiado drástica, porque eso ralentizará tu metabolismo y recuperarás cada gramo que pierdas al dejar la dieta.

Procura hacer cinco comidas diarias, para que no pases hambre y no tengas mucha ansiedad.

Come frecuentemente alimentos con fibra. Te sentirás más llena y tendrás menos sensación de hambre. Además el organismo los asimila más lentamente y producen más saciedad al aumentar de volumen en tu estómago.

No renuncies a la cantidad de grasa permitida en tu dieta. Te ayudarán a sentirte más satisfecha y contenta con lo que será más fácil que continúes con la dieta. Esto está demostrado gracias a varios estudios que se han realizado. Debes ingerir entre el 20 y 25% que pueden ser con aceite de oliva, frutos secos, etc.

Ten a mano alimentos bajos en calorías para picar entre horas. Es importante vaciar nuestra nevera de todo aquello que no debemos comer, para que cuando nos venga un ataque de hambre voraz, no arramplemos con lo más inadecuado. Hay que intentar decantarnos en esos momentos por yogures desnatados, fruta o fiambres de pollo o pavo bajos en calorías.

Búscate una compañera de dieta. Si compartes los platos o ejercicios con otra persona, te será más fácil y además os daréis apoyo mutuo y os resultará más fácil.

Anotar lo que comemos y si realizamos ejercicio. Cada persona es distinta y hay cosas que a unos les funcionan y a otros no. Si vas anotando lo que vas comiendo, podrás analizar en qué estas fallando para poder rectificar en caso de que no estés perdiendo el peso que esperabas.

Permítete un capricho de vez en cuando. Puedes establecer un momento de la semana en la que te vas a permitir el capricho… por ejemplo, los Jueves por la tarde y sólo sucumbir a algo que te apetezca en ese momento. Los expertos en adelgazamiento recomiendan acompañar las dietas con pequeños premios para que la motivación aumente y nos ayude a no abandonar.

probarse ropaPrémiate cuando vayas consiguiendo metas. Puedes premiarte con algo de comer o comprándote algo de ropa cuando hayas perdido cuatro kilos, por ejemplo, nos puede eso te mantendrá motivada.

Ponte metas pequeñas. Es mejor ponerse metas pequeñas a corto plazo. Por ejemplo, la meta de este mes es perder cinco kilos. Cuando hayamos cumplido esa meta, establecer otros cuatro o cinco kilos para el mes siguiente. Eso produce menos ansiedad que pensar en perder 10 kilos.

Poner un estímulo en la puerta de la nevera para ayudarnos a mantenernos focalizados en nuestra meta. Hay personas a las que les ayuda poner una foto de cuando estaban más delgados, o de alguien con el cuerpo que quieren conseguir en la puerta de la nevera, para recordarse a sí mismos, que quieren hacer dieta y por qué cada vez que tengan la tentación de comer algo que no deben.

Ayudar con algún tratamiento estético. Si aprovechamos y complementamos la dieta con alguna sesión de crioterapia o lipoterapia, drenaje linfático, presoterapia… etc, nos ayudarán a acelerar la pérdida de peso y volumen para conseguir nuestra meta más rápidamente.

Si te interesan nuestros artículos, hemos comenzado a hacer un videoblog y cada día comentamos uno de ellos. Puedes acceder a la página donde los emitimos en directo pinchando aquí en la foto y darle al “Me gusta” para no perderte ninguno 😉

Loading