Mc1Brian McLaughlin siempre intentaba llegar 20 minutos antes a sus reuniones para poder dar vueltas a la manzana buscando un aparcamiento lo más cercano posible al lugar de su reunión, y tras la corta caminata, tenía que entrar a refrescarse al baño, porque no paraba de sudar dentro de su traje.
McLaughlin tuvo problemas de sobrepeso desde que era pequeño, a los 10 años, pesaba 63,5 kilos, a los 20 ya pesaba 127 y a los 30 149,6 kilos.
Consiguió un trabajo como arquitecto de software para la Bolsa de Valores de Nueva York en 2010 y se mudó a Estados Unidos. Intentando tener mejor vida social, salía a almorzar y a cenar con sus nuevos amigos llevando una alimentación variada pero muy poco saludable.
“Vivia un estilo de vida de soltero” dijo McLaughlin, “Comía y bebía mucho, lo que causó estragos en mi peso”
Intentó adelgazar por el método de la dieta Atkins y el Weight Wathers, pero ninguno de ellos le funcionó.
Sin embargo, vio cómo su madre perdió 22,6 kg siguiendo un programa llamado Sliming World (se basa en suprimir aquellos alimentos que más te gustan, es decir, sin ningún tipo de base científica) y su novia también perdió 45, 3 kilos por el método Weight Watchers (que tiene un plan de puntos para valorar cada alimento).
Al ver que realmente era posible perder peso, él comenzó a cambiar algunas cosas en su estilo de vida.
Un sacrificio social.
Dejó de salir a almorzar y cenar con sus amigos, ya que a parte de lo que comía, en esas salidas bebía bastante alcohol. Además elegía entre los platos con mayor número de calorías y grasas, ya que eran los que más le apetecían normalmente. Además tampoco se privaba de los postres de chocolate, helados y demás.
“Usualmente comía un aperitivo de embutidos, el mayor corte de carne disponible, o un cordero como platos principales, una guarnición de verduras salteadas en mantequilla o aceite, postres ricos como pastel de chocolate fundido o sirope de chocolate y una tabla de quesos con vino de postre para terminar”, dice McLaughlin.
Entre los dos, se bebían tres botellas de vino en la cena.
“No puedo recordar una comida en la que salí sin sentirme completamente lleno hasta el punto de casi estar enfermo”, dijo. “La cena y las bebidas solas solían añadir hasta 5.000 calorías”.
Ahora prepara todas sus comidas en casa. Generalmente consisten en fruta, pollo aderezado con especias secas o filete y brócoli o coliflor. Cuando come fuera de casa, elige cuidadosamente el menú que se va a tomar.
“Amo la experiencia de cenar y el aspecto social”, dice McLaughlin. “Pero me doy cuenta de que un filete de 170,09 o 226,7 gramos es más que suficiente ahora”.
También procura no beber tanto alcohol, “Ahora tiendo a solo beber vino, y disfruto y saboreo el sabor en lugar de solo beber por beber y por la experiencia”, dice McLaughlin.
Los mismos resultados con distintos tipos de dieta:
El plan de adelgazamiento que siguió la novia de McLaughin, le resultó un poco difícil a la hora de preparar los distintos platos que incluía Mc2la dieta, ya que ella siguió un programa llamado Weight Watchers que se basa en el sistema de puntos para limitar el número de calorías que se ingieren a diario.
Poco a poco, empezaron a combinar platos de distintos tipos de dietas que tenían como característica común el que eran platos bajos en grasas.
Además comenzaron a caminar algunos kilómetros dos veces por semana. “Es difícil ir al gimnasio después del trabajo”, dice. “Realmente quería enfocarme en controlar mis hábitos de comida más que otra cosa”.
El plan que elaboró funcionó tan bien que en los tres últimos años McLaughin perdió 63,5 kilos.
Ahora se siente mucho más productivo y con más energía, por lo que rinde muchísimo más en el trabajo.
Cuando se mudó por primera vez a Nueva York, su único pasatiempo era comer y beber; ahora pasa sus fines de semana investigando mercados de agricultores para visitarlos, festivales de chile, tiendas de vinos y lugares para recolectar frutas.
La pareja recientemente se fue de vacaciones y escogió caminar a su terminal en lugar de tomar los pasillos rodantes como solían hacerlo.
Dressler dijo que estos pequeños cambios pueden hacer las mayores diferencias.
“Gran parte de mi vida todavía gira alrededor de la comida y la bebida, pero ya no es destructiva”, aseguró McLaughlin.
Hay muchos tipos de dietas para perder peso, y a veces funcionan, pero no significa ni que sean sanas ni que por otros procedimientos más saludables no se pueda conseguir la pérdida de peso también de forma más beneficiosa para nuestra salud. Además este tipo de dietas que no incluye un cambio en los hábitos de vida, suelen tener efecto rebote, ya que si se vuelve a la vida normal que nos llevó al sobrepeso, pues lógicamente, volveremos a coger todos los kilos que perdimos.
En el Instituto Médico Europeo de la Obesidad, realizamos tratamientos individualizados para cada paciente. Haciendo una valoración de las causas que llevaron a cada persona a padecer sobrepeso, y ofreciendo unas pautas con un equipo de profesionales para que no solo se pierda el peso sobrante, sino que una vez terminado el tratamiento no se vuelva a recuperar.
Pídanos información sin compromiso, usted también puede conseguirlo.

Abrir chat
Hola 👋 Soy Alba
¿Te puedo ayudar?