El Departamento de Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad recomienda la lactancia materna por sus numerosos beneficios tanto para la salud del recién nacido como de la madre.
La superioridad de la leche materna sobre cualquier otro tipo de alimento la hacen ser el patrón de referencia en la alimentación infantil, recomendando su uso, como mínimo, hasta el 6º mes.
Aparte de la facilidad de su uso, y de su esterilidad, la alimentación al pecho produce efectos favorables sobre la salud del niño y de la madre a corto, medio y largo plazo:
- Influye positivamente en el crecimiento y desarrollo del lactante.
- Modula la inmunidad, por medio de factores de crecimiento y hormonas, consiguiendo mayor protección inmunológica, ya que confiere al recién nacido ventajas inmunológicas.
- Consigue un menor riesgo de sensibilidad alérgica.
- Menor probabilidad de muerte súbita.
- Probablemente también se alcanza un mejor desarrollo emocional e intelectual.
- Además, el agarre el agarre del bebé al pecho, distinto al del biberón, favorece el adecuado desarrollo de la mandíbula y las demás estructuras de la boca, evitando la necesidad de ortodoncias. También contribuye a la prevención de caries dentales.
Todo ello, junto con una menor incidencia a medio y largo plazo de algunas enfermedades:
- Diabetes Mellitus.
- Enfermedad de Cronh.
- Obesidad, porque contiene leptina, hormona que controla la obesidad en adultos. Está demostrado que cuanto más tiempo se dé mamar menor será el riesgo de padecer obesidad.
- Enfermedad cardiovascular.
Además, la leche materna ofrece beneficios para la madre:
- En la madre reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario y acelera que el útero vuelva ante a su tamaño original, lo que repercute en una pérdida de sangre menor.
- Favorece el contacto físico y psicológico madre – hijo.
- Se consigue con mayor facilidad la recuperación del peso adecuado, ya que la producción de leche supone un gasto energético y mientras se mantiene la lactancia se irán consumiendo las reservas que la madre ha ido acumulando durante la gestación.
- Existe menor incidencia de depresión postparto, porque la lactancia produce una mayor sensación de bienestar en la madre y mejora su autoestima.