Para mantener la dieta en navidades, podemos seguir una alimentación lo más sana posible intercalando días de comidas muy ligeras para compensar las copiosas cenas y comidas navideñas, pero todo nuestro esfuerzo se puede ver perjudicado si no tenemos en cuenta las calorías vacías que algunos alimentos, aparentemente inofensivos aportan a nuestra dieta.
Cada vez, hay más personas que procuran no engordar demasiado en las navidades, y no se dejan llevar por la euforia del momento. En muchas familias sustituyen el cordero o el cochinillo de la cena de Nochebuena o Nochevieja por pavo que es también muy sabroso y tiene menos grasa. Otra cosa que se puede hacer es sustituir los postres navideños por frutas y tomarlos en contadas ocasiones ya que son altamente calóricos.
Pero las calorías, no sólo están en la comida, hay bebidas que también tienen y muchas. De nada nos sirve tomar una ensalada y un pescado a la plancha en la cena para reducir la ingesta calórica y sin embargo acompañar la cena con bebidas alcohólicas o refrescos azucarados. Es igual de importante seleccionar bien los alimentos como las bebidas con las que los acompañamos.
Calorías vacías u ocultas
Las bebidas alcohólicas contienen calorías que se absorben directamente y que además no aportan ningún beneficio nutricional y es por esto que se denominan “calorías vacías”.
Cada gramo de alcohol contiene unas 7 Kcal, que es un porcentaje mucho más elevado que el que tienen los hidratos de carbono o las proteínas que tienen 4 kcal. Además el alcohol en nuestro sistema digestivo bloquea la absorción de algunos minerales y vitaminas, con lo que no sólo es cuestión de las calorías que nos aporta, sino de los nutrientes que no nos deja absorber.
Cada copa de vino blanco, nos aporta unas 87 kcal, un vaso de cerveza unas 95 kcal y por ejemplo, un aparentemente inocente Gin Tonic nos aporta unas 192 Kcal… más o menos lo que sería comerse un buen plato de espagueti con tomate.
Si nos metemos a analizar los cócteles, las cifras ya son mucho más elevadas, ya que a las calorías del alcohol que contienen hay que sumarle la de los refrescos y zumos con los que se acompañan. Una Caipiriña, por ejemplo de unos 300ml, tiene unas 320 Kcal y una Piña Colada unas 200 Kcal.
Y por último los zumos con azúcares añadidos. Estos son lobos con piel de cordero, ya que muchas personas los consumen porque se presuponen sanos y sin calorías como las frutas de las que están hechos… pero luego para mejorar la palatabilidad, les añaden azúcares que, en algunos casos, los convierten en bombas de relojería. Hay que tener mucho cuidado a la hora de elegirlos y mirar siempre que ponga “sin azúcares añadidos”.
Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con las cosas que consumimos en navidad, ya que todo suma… y muchas veces, sin darnos cuenta e incluso después de sacrificarnos en otras cosas, nuestros esfuerzos no sirven de nada porque las calorías de más, están donde menos lo esperamos.
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